Siguiendo este análisis y observación, sentimos que toda nuestra vida actual es la continuación y el efecto de vidas anteriores y percibimos la continuidad de la existencia.
Según la Cábala, ya en la primera tríada se define la finalidad de la creación que se va a ir desarrollando y manifestando. Desde la Esfera del Entendimiento surge la primera idea, el primer impulso de las formas que se irán generando. Hay aquí un determinismo. La creación posterior adquirirá finalidades, formas y propósitos establecidos en los cuales nosotros, como seres espirituales, tenemos una cierta libertad para movernos y para comprender.
Para saber mejor lo que tenemos que hacer, comenzamos por darnos cuenta de la Ley de Causalidad y moviéndonos dentro de un propósito superior que las Jerarquías Espirituales nos manifiestan, construimos múltiples formas, unas más efectivas que otras, para ser partícipes de la Vida Una. Llegar a este Entendimiento supremo nos permite por una parte disfrutar de una libertad esencial y al mismo tiempo, y sin ser contradictorio, a gozar de la comprensión de lo que tenemos que hacer y no hacer.
Comencemos por darnos cuenta a cabalidad que si hoy nos encontramos juntos aquí, es por un propósito superior, ya que ésta no es una organización cualquiera, sino que este movimiento espiritual es el resultado de siglos de dedicación e inspiración de centenares de maestros espirituales y de miles de estudiantes de metafísica y de iniciados.
Dejarnos guiar por este propósito superior nos va liberando de reacciones emocionales, instintivas e ilusorias propias de la naturaleza de origen reptiliano y mamífero de nuestro cuerpo físico. Se manifiesta entonces nuestra consciencia espiritual, nuestro tener que ser, nuestro darnos cuenta de la continuidad de la existencia sin fin cronológico.
Cuando la ignorancia que nace de los afectos terrestres es alejada, el Espíritu, por su propio esplendor, brilla a lo lejos en un estado indiviso, como el Sol difunde su claridad cuando las nubes se dispersan
Nuestra vida comienza a ser dirigida e inspirada por la fe, esa confianza profunda en que nuestra vida tiene un propósito superior y que en la medida que fortalezcamos las cualidades espirituales como el amor y el servicio conscientes, todo lo que nos irá ocurriendo en la vida es lo necesario para nuestra elevación espiritual y para nuestro retorno a la fuente de la existencia.
Al impregnarnos de la luz espiritual, por decirlo de alguna manera, estamos en condiciones de tener la fe, fortaleza y motivación para dejar las formas antiguas y saltar el abismo de una nueva creación, ya no basada en el triunfo o superación personal, sino que en el servicio desinteresado por una humanidad mejor, antesala de un sublime gozo de existir.
Serval Dion-Fortune
Rector de la Orden de Templos Operativos
Primavera 2013
“Si usted no tiene un Maestro, es muy difícil ser perseverante. Usted piensa que sería bueno para usted meditar, hacer esfuerzos para mejorar, pero muy pronto se deja llevar por sus viejos hábitos…Algunos meses más tarde se acuerda de sus buenas intenciones hasta el día en que recae definitivamente en la inercia.
Mientras que con un Maestro, usted se siente continuamente estimulado por sus palabras, por su ejemplo, él no deja nunca de empujarlo. Además él toca también sus sentimientos, y porque usted lo ama, porque usted lo admira, usted se siente empujado a trabajar para transformarse.”
Omraam Mikhaël Aïvanhov - ¿Qué es un Maestro espiritual?
Que felicidad dar la oportunidad a otros que te conozcan!!
ResponderEliminarEl que tenga ojos para ver.....
Gracias!!!