Hay una estrella para ti



Hay muchas más personas interesadas en la metafísica o en la espiritualidad de lo que se suele pensar. Si miras atentamente las descubrirás. Hablan de manera especial y en sus conversaciones denotan un gran conocimiento de temas esotéricos, de autores, libros, prácticas y meditaciones. Han seguido muchos cursos y tienen muchos diplomas de organizaciones espirituales. Suelen hacer gala de su conocimiento y se distinguen por tener un aire de superioridad y condescendencia hacia los demás.

Las personas que han conseguido elevar su consciencia a la espiritualidad y que la practican día a día, en cambio, son muy difíciles de distinguir. Son pocas aún y llevan uan vida sencilla, se expresan de manera humilde (que por cierto no significa que no sean inteligentes). No hacen gala de su erudición ni de su sabiduría, más bien enseñan con su sola presencia. Pero es raro encontrarlas no porque no estén en la sociedad, sino porque hay que tener una disposición especial para ubicarles. La mayoría de las personas vive mirando hacia abajo o hacia las atracciones superficiales de la vida. Pocas miran hacia arriba y descubren las estrellas, que en realidad, siempre han estado ahí.
Los guías o maestros espirituales son como las estrellas. Solo los verás si esperas la tranquilidad de una noche y miras hacia lo alto. Iluminan con su sola presencia.

Serval D-F



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