No puedes escapar a las consecuencias de tus actos


El karma es el equivalente a la Ley de Newton que estipula que “a cada acción le corresponde otra igual, pero opuesta”. Cuando pensamos, hablamos o actuamos, iniciamos una fuerza que tendrá una consecuencia. Esta fuerza recíproca puede ser modificada, cambiada o suspendida; pero la mayoría de las personas no podrá evitarla.
Esta ley de causa y efecto no es un castigo, sino que está enteramente guiada por la educación y el aprendizaje.

Un iniciado debe comprender que una persona no puede escapar a las consecuencias de sus actos.
Si el iniciado cuenta con una guía adecuada, puede al poco tiempo aprender también que si bien esto es cierto e inevitable, también lo es que el karma no tiene por qué ser sufrimiento. Excepto que se ejecuten acciones que conduzcan al sufrimiento. Sabio e inteligente es aprender pronto a generar reacciones positivas y adecuadas a nuestra vida y a la vida de los demás. Y omitir ejecutar acciones que conduzcan a efectos indeseables que se volverán en contra especialmente hacia quien las realiza.
De esta manera, la ley del karma no es un castigo en sí mismo y no conduce a algo sin sentido. Aprender a vivir con el concepto de karma puede ayudarte a ser una mejor persona que actúa de manera justa hacia los otros y se beneficia con la paz y la tranquilidad a su alrededor.

Serval D-F.

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