DECRETO QUE...



Tal vez hace bien, sin embargo no es tan simple para obtener resultados.

Pasar del deseo y voluntad a la acción no es fácil porque el cerebro está biológicamente preparado para ahorrar al máximo la energía que consume debido a que necesita mucha para mantenerse vivo. Esto provoca que la mente hará todo lo posible para permanecer en estado de inercia y evitar los cambios.

No basta, por esto, desear o decretar algo. No por esto se va a atraer lo que deseamos. Es necesario romper el comportamiento natural del cerebro, trabajar e intervenir para moverse. El desear o decretar es eso, un buen deseo. Para que se realice hay que actuar, fijarse metas, evaluar, corregir y perseverar todo el tiempo que sea necesario.

Si bastara con orar o decretar para que el universo conspire a nuestro favor, es evidente que el mundo sería distinto y que los gurúes que lo enseñan serían seres muy poderosos en cuanto a realizaciones.

Serval

Nota:

"El cerebro humano representa, aproximadamente, el 2% del peso corporal, y consume un 20% del oxígeno y de la glucosa del organismo", indica Javier DeFelipe, profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). "En estado basal, el cerebro puede consumir unas 350 calorías en 24 horas, esto es, un 20% de lo que solemos gastar al día", añade Ignacio Morón, profesor de la Universidad de Granada e investigador del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC), un gasto calórico que es equiparable al de las actividades físicas señaladas anteriormente, según las tablas que maneja la Universidad de Harvard.

"El cerebro es el órgano que más energía consume", destaca DeFelipe, y además está continuamente funcionando, incluso durante la noche, lo que justifica su gran gasto energético.

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